Se acerca el Buen Fin, una de las fechas más esperadas por todos los mexicanos en la que las ofertas están a la orden del día, siendo justo aquí cuando entra en escena tu “poderosa” tarjeta de crédito. Ingresar al mundo de las tarjetas de crédito es una señal de que nos estamos haciendo “adultos independientes (con gustos bien dementes)”; lo cierto es que a veces no estamos preparados pues nadie nos enseña el bonito y rudo arte de la adultez, o mínimo cómo usar una tarjeta de crédito. Por eso hoy
1. Aprovecha las promociones solo para adquirir cosas que verdaderamente necesitas. Es muy frecuente recibir dinero en monederos electrónicos de la misma tienda con el fin de motivar a seguir comprando, aun cuando hayas comprado lo necesario; haciéndote sentir que debes aprovechar ese saldo pendiente. Lo anterior se transforma en una tentación que impulsa el consumismo, pero solo tú y nadie más debe decidir hasta dónde seguir comprando.
2. Compra bienes duraderos como electrodomésticos, muebles, línea blanca, computadoras; no sin antes tomar en cuenta la salud de tus finanzas; mismas que deben indicarte si es posible pagarlas a crédito o de contado.
3. Los meses sin intereses pueden sumar varios miles de pesos cuando acumulas muchas compras en tal modalidad. Antes de comprar, asegúrate de que tus estados de cuenta tienen un saldo positivo. Aunado a lo anterior, es importante aprender a diferenciar entre meses sin intereses y compras de pago diferido, siendo éstas últimas mucho más caras que el precio de contado y ofreciendo la única ventaja de poder pagarlas en mensualidades. Por su parte, en el caso de los meses sin intereses, el precio debe ser el mismo pagando de contado.
4. Antes de adquirir dispositivos como celulares, tablets, computadoras, pantallas o consolas de videojuegos, piensa si es algo que puedes comprar contado, pagar a crédito parte de su valor o incluso evitar la compra para ahorrar.
5. Jamás prestes tarjetas porque te pueden quedar mal. Tener una tarjeta departamental o de crédito no solo es una tentación para ti, también lo puede ser para tus amigos y familiares que por alguna razón no tienen acceso al crédito y puede parecerles fácil pedírtela prestada para aprovechar alguna promoción que solo aplica comprando en esta modalidad. No obstante, lo anterior puede resultar peligroso si tomas en cuenta que siempre serás tú y solo tú quien deba responder por las deudas generadas e incluso tus relaciones familiares, de amistad y hasta sentimentales pueden verse afectadas al grado de concluir con una historia poco feliz.
6. No necesitas tener una tarjeta departamental de cada tienda.
7. Averigua bien sobre los métodos de pago, los seguros que te ofrecen, las tasas de interés, los beneficios y los costos agregados del uso de la tarjeta. Recuerda siempre tus fechas de corte y pago; ten siempre presente el uso que le des a tu crédito, ya que si lo descuidas podría afectarte al grado de no poder acceder a montos crediticios más grandes.
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